viernes, 6 de octubre de 2017

¿Quién dijo que es fácil?

¿Quién dijo que es fácil? Muchas cosas no las veo fáciles, pero las hago. Coger una bici en Amsterdam no es nada sencillo, pues hay muchos carriles, semáforos especiales para bicis, cambiar de marcha, tocar la bocina (si la tiene, claro) y aparcarla, lo que supone sacar el candado y dejarla bien atada a un poste para evitar que te la roben. No es fácil, pero lo hago porque es la mejor opción para moverte y descubrir los rincones de la ciudad. Además, se trata de hacer una cosa nueva que me divierte...



Hay otras cosas que no son fáciles, aunque muchas personas dicen que sí lo son. La cuestión es que me gustaría hacerlas, pero no sé cómo hacerlas. ¿O no me atrevo a hacerlas? Y ahora abrazo esta emoción que me acompaña y me sigo tomando el té...

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